Palo de Mayo en la Costa Atlántica de Nicaragua

¿Cuantos hemos escuchado Mayaya lost her key, Sing Simon, sing my love, Túlu-Lúlu pass anda, Lanch Ton Ova?... Y quien las ha bailado en alguna fiesta, cumpleaños o solo por el gusto de relajarse un rato?...Conocí esas músicas siendo pequeño, escuchándolas en un LP (Long Play) o disco de larga duración en un viejo Tocadiscos de vinilo de mi mama Bertha. Supongo que no muchos habrán conocido esos magníficos reproductores de música, ya que hoy día son unas reliquias, con esto de la evolución de la música digital, ahora ya son historia. 

El punto es que con el tocadiscos conocí la música del Grupo Gamma, Dimensión Costeña y la famosa y típica melodía del Burro con el saxofón de Tipi y la percusión del personaje típico de Siuna Papa Shesta. Esa es la música original de nuestra región, un aporte de la cultura creole para el gozo y diversión de todas las generaciones venideras de Nicaragua y el mundo.

La Costa Caribe Nicaragüense tiene tantas riquezas sobre conocidas, pero la singularidad de la mezcla multicultural y plurilingue, llena de gente buena, trabajadora, alegre y entusiasta es lo que hace más fuerte a nuestra región y por cierto, si alguien no lo sabía el territorio de la Costa Caribe representa cerca del 50% del territorio nacional. 

Cuando se celebra el Palo de Mayo se evoca la diosa de la fertilidad y el culto a la tierra porque es cuando empieza el invierno y todo empieza a florecer, se celebra la alegría de vivir en una tierra libre y diversa. Es para este tiempo cuando recuerdo a mama Shella de Siuna con su Danza Bosawas y su ya reconocida fiesta de Palo de Mayo celebrada colectivamente con el Barrio Mosquito Town. Así como en Puerto Cabezas cada fin de semana es fiesta y alegría la convivencia a ritmo de Palo de Mayo con la danza afrocaribeña de movimientos sensuales que forma parte de los barrios, ya no solo en Bluefields, sino ahora también en el Pacífico de Nicaragua con el Mayo Ya y en otras latitudes. 

Mi respeto y admiración al pueblo afro descendiente y caribeño. Siempre recuerdo mis días en África, el sonido del tambor y la energía impresionante de niñas, niños, jóvenes, adultos y ancianos  para danzar unidos en un solo canto. También en Ecuador recuerdo a un hombre negro danzar con una botella en la cabeza, realizando movimientos impresionantes sin que dicha botella se le cayese. Por eso siempre digo, los afro traen el ritmo en la sangre, es tan natural y limpia su pasión por el ritmo.

Viva la Autonomía en la Costa Caribe, viva su gente y su música. Winamba!